Las dudas más comunes a la hora de trabajar con el entorno startup suelen implican aspectos como los aspectos legales para fundar una empresa, los requisitos necesarios para trabajar entre socios o las necesidades formales y estructurales que tendremos que cumplir para no perecer por el camino. Sin embargo, suele estar muy ausente siempre el factor comunicación, que es igual de importante.
Somos seres que estamos en constante comunicación tanto en lo social como en lo profesional. No saber transmitir nuestras ideas es perder oportunidades que no habitúan a pasar dos veces. Saber qué decir, cómo decirlo y cuándo decirlo es imprescindible para conseguir que un proyecto tenga éxito y para lograrlo es necesario apostar por comunicación, marketing y redes sociales.
Estas son las tres patas imprescindibles que deben estar presentes en toda startup, independientemente del tipo de servicio que ofrezca, y que en muchas ocasiones se olvidan dejando coja una mesa que termina cayendo estrepitosamente contra el suelo por problemas de no saber darse a conocer. Si no comunicas, no existe, y esto es algo que sucede tanto en la vida “real” como en el terreno digital.
Aprende a usar el altavoz
La comunicación es tu mejor herramienta para dar a conocer el proyecto. Grábate esto a fuego. Para ejecutarla necesitas cumplir dos requisitos a grandes rasgos. El primero es contar con un plan de marketing; el segundo es tener un plan de comunicación. En el primer frente incluimos todas aquellas acciones que vayan destinadas a dar a conocer el producto por vías publicitarias. En el segundo incluimos aquellas acciones que busquen lo mismo, pero en medios (editorial).
Tanto el plan de marketing como el plan de comunicación deben ir de la mano de objetivos comunes. Por ello, no se trata solo de comunicar, sino también de saber qué queremos decir, cómo lo vamos a decir y a quién va dirigido el mensaje. Nuestro plan de empresa debe incluir aspectos indispensables de los que beberá marketing y comunicación como el público objetivo, análisis DAFO, etc.
Recurre a los canales oportunos
Cuando hablamos del entorno startup y de la comunicación, es fundamental que lo hagamos teniendo en cuenta a quién nos vamos a dirigir con nuestro producto. Ese target nos va a hacer posicionarnos en una dirección determinada con el mensaje, además de buscar dónde se sitúa nuestro público de manera precisa. Tenemos que saber dónde residen (física y virtualmente) nuestros compradores potenciales.
El primer gran error de una startup en mi opinión es pensar en realizar campañas de televisión. Incluso con grandes inversores detrás, son campañas muy costosas tanto en producción como en publicación, y pueden llevarse varias decenas de miles de euros del presupuesto de un plumazo en pocas semanas. Primero, responde a la pregunta: ¿Está el público objetivo de tu producto en televisión?
Aplica esta misma filosofía al resto de soportes donde quieras aparecer. Solo con este análisis de mercado descubrirás que, por ejemplo, te interesa más invertir en Instagram que en Facebook, o que existen comunidades verticales de nicho alejadas de las grandes redes sociales donde invirtiendo poco dinero puedes conseguir una mayor conversión y crear marca.
También debes hablar en casa
Pocas veces se dice y se insiste en que la comunicación no solo debe ser hacia el exterior (de cara a clientes, proveedores, etc.), sino también hacia dentro, en dirección a los departamentos de tu empresa. Por dos razones claras. La primera, la más rotunda, es que los empleados deben saber, conocer y aceptar los objetivos del proyectos desde el minuto uno. No comunicar qué somos y hacia dónde vamos solo provoca situaciones erráticas que no benefician al proyecto.
Los segundo, sin lugar a dudas, es establecer herramientas de comunicación idóneas tanto entre departamentos como entre empleados para que el trabajo sea lo más fluido posible. La falta de comunicación entre departamentos o los errores a la hora de interpretar una carrera de mando que no está clara pueden suponer la creación de situaciones de caos a nivel interno que deriven en problemas organizativos, retrasos de entrega, malas relaciones entre empleados, etc.
Establecer un ecosistema de comunicación interna estructurado, donde las herramientas estén siempre a mano de los empleados y todas las partes implicadas estén accesibles cuando se las necesite es imprescindible para garantizar no solo la continuidad de la empresa, sino también su crecimiento. Podéis creerme cuando os digo que he visto ideas muy buenas perecer por falta de comunicación interna.
La comunicación siempre es oportunidad
Comunicar siempre debe encararse como una oportunidad. Es cierto que requiere inversión para alcanzar impacto, pero no debe asumirse como un coste irrecuperable. Si comunicamos bien, alcanzaremos a un mayor número de clientes potenciales y tendremos capacidad de rentabilizar la inversión. Esta idea se suele olvidar, condenando a la comunicación a un espacio secundario, y es un error.
En conclusión: en el entorno startup, donde existe ese espíritu “de andar por casa” tan sano como necesario porque potencia la creatividad y el riesgo, la comunicación es imprescindible para que se consigan resultados. De lo contrario un gran proyecto puede pasar completamente desapercibido y justo no queremos eso.